Temblando bajo un manto de estrellas, junto a
El frío de tu ausencia.

Novelas que hacen llorar, y

El desorden de mi voz al hablar.
Crujidos de huesos que se van fracturando lentamente, y
Estos vacíos que jamás podré llenar.
Silencios que recorren mis oídos con la esperanza de llamar mi atención, y la
Intuición de que nunca llegarás.
Tengo las pupilas dilatadas por la oscuridad
O por saber que no volveré a verte más.

Caricias del viento que me intentan consolar

O decirme sin decirme que me vaya a otro lugar.
No veo sino luces tenues de velas que se van a acabar, y
Mis rodillas raspadas por la carretera que dejo atrás.
Imagino que ya nada puede ir a peor, alguien
Gira a mi alrededor ¿eres tú?,
¿O simplemente soy yo?

Pedacitos de nada.

Hoy rompí tu carta, bajo un momento de ira.
La rompí en mil pedazos, tantas palabras que acabaron siendo una mentira. Y lo peor es que en cuestión de segundos me hallé llorando por fulminar la única muestra (aunque fuera falsa) de amor tuya que me quedaba y recogiendo los pedazos rotos que junto a los de mi corazón se mezclaron.